jueves, 25 de junio de 2009

Grave parón en el culebrón del hotel en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar


Para quien desconozca el caso, se lo resumiré los hechos de la manera más breve y claro posible. En mayo del 2003 se iniciaron las obras de un macrohotel ‘’Azata del Sol’’ compuesto de 20 plantas y un total de 411 habitaciones, todo esto dentro de un complejo residencial compuesto de otros siete hoteles, 1.500 viviendas y un campo de golf de 18 hoyos. Las dimensiones os las podéis imaginar. Lo curioso que estas construcciones se iniciaron en pleno Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, que hasta la fecha era uno de los pocos parques naturales vírgenes intactos en Europa, cosa que ya nunca podrá a volver a ser. La empresa Azata del Sol ha sido protagonista de numerosas irregularidades puesto que en 1988 se autorizó un Plan General de Urbanismo en el municipio de Carboneras en el cual se le otorgaba el proyecto, a todo esto con la aprobación de la Junta de Andalucía. La licencia de obras fue expedida por el ayuntamiento de Carboneras en el 2003, presidido por el PSOE, dos años después la Junta volvía a recalificar el suelo del terreno con el resultado de degradado, en 2006 el Juzgado numero 2 de Almería ordena la paralización de las obras y pocos meses después la ministra de Medio Ambiente (Cristina Narbona), inicia el proceso de expropiación ahora paralizado. He de mencionar que el caso fue llevado a juicio en por las asociaciones ecologistas: Greenpeace, Salvemos Mojácar, Grupo ecologista Cóndor, entre otras, consiguiendo la suspensión de todas las áreas calificadas por la Junta de Andalucía como C3 en el PORN (Plan de Ordenación de Recursos Naturales). Pero parece ser que el Gobierno no va a iniciar la expropiación hasta que el Tribunal Superior de la Junta de Andalucía dictamine si es legal o ilegal dicho complejo turístico, de momento existe una suspensión cautelar. A todo esto hay que comentar que se ha tratado de un autentico culebrón donde la falsificación de planos en los cuales la administración autonómica manipuló la cartografía de su propio Plan de Ordenación de Recursos Naturales para que la parcela en cuestión apareciera como urbanizable. No hay que olvidar mencionar que El Algarrobico se sitúa en un paraje protegido y a 14 metros de la playa, cuando la Ley de Costas, de 1988, habla de una zona de servidumbre que supone una franja de 100 metros hasta el mar.

Parece ser la inminencia de la apertura de este monstruoso complejo con las consecuencias de un daño más agravado de la zona. Aunque asimismo dañino son las declaraciones del alcalde de Carbones, Cristóbal Fernández; ‘’estoy contento después de todo el daño que se ha hecho a este pueblo. Siempre tuve claro que vería el hotel abierto y dando trabajo a los vecinos de Carboneras’’.

Da la sensación que es prioritario el incremento de un numero sin importancia de puestos de trabajo a destruir el patrimonio natural que a todos los almerienses nos pertenece. Inicuo