jueves, 30 de julio de 2009

¿Por qué los menores se vuelven delincuentes?

La educación se ha visto afectada durante este tiempo al entorno del niño, han sufrido un cambio de hábitos bastante significativos, de jugar en la calle e interactuar con otros niños, a estar encerrados en sus casas con videoconsolas. Juegos mayormente violentos, donde se pega, se roba, se mata, y con suerte escapas de la policía y acabas con total impunidad (el juego en cuestión es el ‘’GTA’’). No es un ejemplo muy recomendable para un menor de una edad considerable, precisamente muchos de estos juegos explican el contenido explicito de esté, pero sobrepasa el control de sus padres con total de que los dejen tranquilos.


En el ámbito escolar también se ha visto afectado con el tiempo a esta modificación, los profesores carecen de creadibilidad hacia los familiares mas cercanos del menor, dificultando así la corrección del comportamiento de esté. En sucesos puntuales los propios docentes se han visto agredidos tanto físico como psicológicamente por sus propios alumnos, y estos ‘’niños’’ tampoco se cortan un pelo en seguir agrediendo después de la salida de las aulas, si no que reinciden de sus actos incluso en su propio hogar. Las nuevas generaciones han perdido el respeto a las personas que le rodean, o mejor dicho, no lo han aprendido.


Cabe destacar el numeroso caso de familias de recursos limitados concede a sus hijos de estas edades, el lucir de móviles de última generación, ropa de prestigiosa marca, joyas etc. Y luego desisten en preocuparse de que tengan un acceso a una formación educacional decente. No siempre los menores más infractores son de familias de niveles económicos bajos, sino que los más reincidentes suelen ser los de un alto nivel adquisitivo. Donde la mayoría de los caos han tenido con facilidad todo lo necesario e innecesario, y la causa de su comportamiento es experimentar la sensación de ser un vándalo y hacer todo a su antojo.


Todo esto es consecuencia de la falta de valores que llevamos arrastrando hace años, y un acontecimiento notorio es la promoción tanto de grupos de música o incluso programas de televisión sobre el tema de las drogas. Porque es sabido por todos, el porcentaje de jóvenes consumidores de estupefacientes, y es más que triste que menores de edad se hayan convertido en consumidores habituales de sustancias como la cocina.


Desde hace unos años se ha venido produciendo un nuevo ‘’boom’’ sexual, en donde los menores entran sin ningún tipo de impedimento por parte de los padres, y no es nada coherente que niñas de apenas 10 años vistan como si fueran adultas de veintipocos cuando van a la discoteca o Pub de turno. A raíz de esto, se ha producido un aumento preocupante de los delitos y las agresiones sexuales por parte de los menores (últimos casos como los de Córdoba, Baena o Isla Cristina), aunque debe tener mucho que ver en ello la crisis del modelo familiar.


La polémica ley del menor, queda obsoleta a fecha de hoy y debe ser actualizada por que los menores de 12 y 13 años no pueden ser castigados penalmente aunque si sometidos a un programa de protección. Un chico de 12 y 13 años ya tiene percepción de lo que esta mal y de lo que esta bien, no hay excusa aceptable para los delitos graves. Por estos motivos dicha ley, necesita innovación, y reducir la edad de 14 a 12 años debido a la avalancha de acontecimientos protagonizadas precisamente por estas edades.

Esta claro que algo esta fallando…