viernes, 17 de julio de 2009

Incendio en Turre

Esta imagen era la que mostraba la noche del martes de esta semana en las inmediaciones del municipio de Turre. El fuego ya ha arrasado más de 4.000 hectáreas de matorral y monte bajo de Sierra Cabrera, según las primeras estimaciones del Infoca.


Según adelanto la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Cinta Castillo, el fuego no ha afectado a las lindes del parque natural Cabo de Gata-Níjar, pero sí al territorio de Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). Especies como el lagarto ocelado, la tortuga mora o los galápagos han podido verse afectadas junto al matorral que ha ardido. Turre ha sido el pueblo más afectado por las llamas, aunque también ha llegado al municipio de Mojácar y, en menor medida a l de Carboneras. Las condiciones climatológicas dificultaron en gran medida los trabajos de extinción de las más de 600 personas entre Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, miembros del Infoca y efectivos del Ejército que participaron en el dispositivo puesto en marcha. Las altas temperaturas registradas, el viento y la humedad ayudaron al avance de las llamas.


El dispositivo desplegado mantendrá al personal en la zona realizando tareas de refresco para evitar que se reaviven las llamas, debido a las altas temperaturas que se registran en la zona, que superan los 35 grados, y al viento fuerte y racheado. Aunque no hay peligro y esta estabilizado. Todos los veranos en España se encienden bosques y hectáreas de sierra, los motivos frecuentes son la especulación de terreno o los insensatos que no toman las medidas mínimas de prevención de incendios. Pero esta vez no ha sido así, una tormenta seca de rayos fue la causa del siniestro, que se registró en la zona conocida como Cerro de la Mezquita. Por desgracia nos ha tocado ser el primer incendio de dimensiones considerables de este verano, esperemos que no sucedan ninguno más, ni en Almería ni tampoco al resto de España.


Desde aquí felicitamos la rapidez de actuación de las personas y las entidades que participaron en las tareas de extinción. Proteger nuestro Medio Ambiente es equivalente de proteger nuestra identidad.