Impotencia e indignación. Así es como se siente el sector del taxi en toda la provincia de Almería. El estado de estos profesionales del transporte se esta deteriorando, ocasionado por los cuales ellos denominan ‘’taxistas piratas’’. El daño provocado por estos últimos es las tarifas sumamente bajas y la carencia de arraigo a la normativa de esta profesión. Hace escasos meses se reunieron miembros del Gobiernos central y autonómico, concejales y jefes de la policía de los municipios de la comarca para tratar este asunto. Pocos resultados han originado tal reunión, aunque hay que destacar el hecho de algunas inmovilizaciones de vehículos y sanciones correspondientes aisladas en la capital. Los taxistas apuntan a magrebíes, rumanos y subsaharianos como los autores de esta competencia desleal (tal y como plasma la noticia). Estos realizan sus servicios sin pagar los impuestos correspondientes, la licencia municipal y ni siquiera constar con el permiso reglamentario de conducción para conducir un taxi. ¿Pero de que sirve en muchos casos sancionar económicamente a estos piratas? De nada, a consecuencia de la situación de los ‘’piratas’’ taxistas, que se emparan en la carencia de domicilio donde notificarles o declararse directamente insolventes. Las medidas ofrecidas por las competencias locales son insuficientes, existen casos corroborados de profesionales de este sector que se han visto obligados a renunciar a seguir trabajando de tal manera debido a la poca rentabilidad y el coste tanto del mantenimiento como el de la licencia. Si la situación se sigue agravando, desgraciadamente muchos de estos trabajadores no podrán ofrecer más viajes.
